Los vuelos en aviones privados de personalidades públicas generan polémica sobre su responsabilidad en la crisis climática.

Vivimos un fenómeno global que afecta nuestro planeta y requiere atención inmediata. El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero repercute en la salud ambiental. En este ámbito, surgen las dudas relacionadas a los vuelos privados que solo se pueden permitir cierto grupo de la población; los multimillonarios.

Para comprender el impacto de los vuelos privados es importante tener en cuenta los conceptos básicos de emisiones de CO2 y huella de carbono. Las emisiones de CO2 representan la liberación de dióxido de carbono a la atmósfera derivado de la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) que provienen de la descomposición natural de la materia orgánica (plantas, microorganismos, bacterias y algas) luego de un proceso de transformación que puede durar más de 600 millones de años. Por otro lado, la huella de carbono es una medida que evalúa las emisiones totales de gases de efecto invernadero, incluyendo CO2, asociadas con una actividad o individuo.

Las emisiones de CO2 son consideradas un indicador clave para estudiar el fenómeno del calentamiento global. Ahora entendemos que estas emisiones contribuyen al efecto invernadero, ya que atrapan el calor en la atmósfera y causan el aumento de la temperatura global. Ahora bien, el transporte aéreo y en este caso los vuelos privados, representan una de las principales fuentes de emisiones de CO2 en el sector del transporte.

En el contexto de la crisis climática, los vuelos privados generan controversia,  ya que por un lado, una gran parte de la población se esfuerza por reducir su huella de carbono y por otro lado, las personas con acceso a estos privilegios continúan realizando estos viajes recurrentes que generan cantidades desmedidas de emisiones de CO2, de tal manera que han provocado que se les cuestione su irresponsabilidad en esta lucha climática.

Es esencial entender la magnitud del problema porque si bien hay estadísticas al respecto, varían estos datos y la realidad es que los vuelos privados de dueños de jet-sets generan en cuestión de semanas o incluso de días la misma cantidad de emisiones de CO2 que una persona común emite a lo largo de toda su vida e incluso más.

Dando ejemplos reales, existe una lista de la organización “My Climate Carbon Tracker”, que es alimentada por rastreadores de vuelos de dominio público. Además, gracias a las publicaciones en redes sociales de personas influyentes y celebridades, podemos acceder a los datos de emisiones de carbono.

La ONG hizo una lista de  las 30  figuras públicas que más contaminaron en 2023, pero nos limitaremos a los primeros 3:

  • En primer lugar, el rapero Travis Scott fue la persona que más contaminó por usar su avión privado en 2023. Realizó 137 vuelos, recorrió unos 330.000 kilómetros y produjo alrededor de 6.000 toneladas de CO durante el año pasado. En comparación, un ser humano promedio produce al año 1.6 toneladas de CO₂. 
  • En segundo lugar, estuvo Kim Kardashian con 167 viajes, recorrió casi 500.000 kilómetros y contaminó alrededor de 5.900 toneladas de CO.
  • El dueño de X, Elon Musk, estuvo en el tercer lugar con 338.000 kilómetros recorridos, 150 viajes y produjo 4.500 toneladas de CO.

En medio de la crisis climática, resulta alarmante la cantidad de emisiones de CO2 generadas por los vuelos privados de los multimillonarios. Mientras muchos luchan por reducir su impacto ambiental, algunos privilegiados continúan disfrutando de los beneficios de la aviación privada. Es fundamental cuestionar esta desigualdad y buscar soluciones sostenibles para abordar esta problemática.

Categorized in: