Desde la infancia, nos enseñan a identificar emociones básicas como la
felicidad, tristeza, enojo y miedo. A medida que crecemos, aprendemos a
nombrar estados emocionales más complejos como la ansiedad, el duelo y
la soledad. Sin embargo, existen emociones difíciles de explicar, que
experimentamos diariamente. Este artículo presenta cinco estados
emocionales que todos hemos sentido pero que raramente podemos
describir.
- Disforia: ¿Te has sentido sola y devastada en casa después de una noche
con mucho alcohol, experimentando un bajón emocional que va más allá de
la tristeza? Este estado, conocido como Disforia, se caracteriza por ser
opuesto a la euforia y a menudo se acompaña de ansiedad y enojo. Común
en situaciones posconsumo, como el síndrome premenstrual o tras el uso
de estimulantes, este sentimiento también se asocia comúnmente con la
depresión, manifestándose con inquietud, falta de energía e irritación. - Abyección: Imagina encontrar un cuerpo en la cajuela de tu auto, con
todos los detalles desagradables: el olor, los ojos, la piel fría y la
imagen podrida. ¿Puedes sentir las náuseas? Este sentimiento se conoce
como Abyección, según la filósofa francesa Julia Kristeva. Ella sostiene
que este sentimiento, originado en la infancia al reconocer la
separación de nuestros cuerpos de los de nuestros padres, genera un
horror extremo que llevamos durante toda la vida. Aunque la teoría puede
ser discutible, es un hecho que experimentamos este sentimiento al ver
heridas abiertas, recordándonos nuestra naturaleza viscosa y nuestro
esqueleto mojado. - Cautivación: Cuando lloramos viendo una película romántica, surge la
pregunta: ¿es amor, lujuria o alegría? El profesor W. Garrad Parrot
clasifica este sentimiento como Cautivación, una subcategoría de la
alegría que implica un intenso éxtasis. Experimentamos este sentimiento
no solo en películas, sino también en conciertos o eventos que capturan
nuestra atención y elevan nuestro humor a nuevas alturas. Considero que
este es uno de los sentimientos emocionalmente más adictivos que podemos
experimentar. - Compersión: Cuando un amigo cercano en el trabajo obtiene el ascenso que
anhelábamos, es común experimentar una mezcla de celos y felicidad. Este
sentimiento lleva como nombre Compersión, término popularizado en
internet por aquellos en relaciones abiertas o swingers para describir
la felicidad al ver a otros obtener lo que deseamos. Es un sentimiento
humano común que refleja la alegría de ver a alguien cercano lograr algo
que también anhelamos - Sentimiento en grupo: En personas de nacionalidad alemana, surge
comúnmente un sentimiento de culpa relacionado con el Holocausto,
incluso si no vivieron durante ese tiempo. Este fenómeno ilustra lo que
llamamos Sentimientos en grupo, experimentados cuando formamos parte de
una comunidad. Estos sentimientos a menudo cobran relevancia cuando
entran en conflicto con nuestras emociones personales, como cuando
aspectos de nuestra religión chocan con nuestras aspiraciones
individuales. Estas sensaciones, compartidas en grupo, son tan poderosas
como cualquier emoción personal.
Estos ejemplos son solo una muestra de las emociones que podemos
experimentar a lo largo de la vida sin saber cómo explicarlas. Es
crucial aprender a identificar y experimentar plenamente nuestras
emociones para comprendernos mejor y crecer. Así que, la próxima vez que
te encuentres viendo una película romántica, puedes decir a tus amigos:
¡me siento tan cautivado!
La información proporcionada se basa en el
trabajo de Annalee Newitz.
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